¿Pero existe el sexo, su eminencia?

La libertad sexual no es solo el legítimo deseo de la sexualidad, sino aún más la voluntad de la diferencia en el modo de ser y producirse de la realidad en su conjunto. En este sentido la negación de la homosexualidad es paradigmática, pues la condena del homosexual a la nada –pues es la muerte o la nada, no lo ocultemos: es esta ejemplaridad dirigida a todos los públicos– supone la negación de la diferencia por la diferencia, y solo por la construcción y el mantenimiento de una identidad buena y otra mala, una positiva y otra negativa, una correcta y otra desviada, en torno a...