TODO LO BUENO ES LIBRE Y SALVAJE

Pocos escritores o pensadores han tenido la puntería y el pulso de Henry David Thoreau. Pero a Thoreau no le gustaba la caza, así que usaremos otra metáfora: digamos mejor que pocos escritores o pensadores han sabido extraer la miel del mundo a partir de una sola flor, pocos han estado tan dotados para ese aforismo, esa frase o ese breve fragmento tras cuya lectura sentimos que algo destella, que algo en nuestra vida puede cambiar, que se despliega un conjunto inédito de posibilidades existenciales. Los libros de Thoreau, sus ensayos, sus diarios, sus poemas, sus cartas y sus manuscritos...