Salvando a Amy
—Amy, necesito que trabajes esta noche. Samira se reportó. Otra vez. Miré a la enfermera pediátrica principal. —Claro, Connie. Yo puedo hacer eso. Ella me dio una sonrisa de alivio. —Gracias. Te pregunté primero porque sabía que querrías las horas. «Te refieres a que no tengo una familia o una vida que se interponga en mi trabajo». —Sí, podría aprovechar las horas. —Estoy finalizando el cronograma para la próxima semana. Te daré sábado y domingo libre. ¿Qué te parece? «Tendrá que ser suficiente». —Gracias, Connie. Ella me dio unas palmaditas en el hombro....