La comunidad del Resucitado

Lucas es un enamorado de la Iglesia y la presenta en todas su facetas: de un lado, la comunidad creyente crece a pesar de las persecuciones que obligan a los seguidores de Jesús a desplazarse geográficamente y a anunciar el Evangelio en otros lugares; de otro lado, presenta a una comunidad viva y testimonial, que debe superar las dificultades propias de la comunión y que es guiada por la acción del Espíritu Santo. Comunidades que se han ido forjando con personas de toda condición -varones y mujeres, ricas y pobres, judías y gentiles-, que, a pesar de sus límites, han puesto sus dones...