La soledad de las arenas

Fue el poeta Juan María Robles Febré el primero que reconoció en Rufino Félix las dotes de un gran poeta. Y por ello editó su ópera prima Tarde cercana (1989), casi secuestrándolo, pues su autor aún extrañaba la dimensión pública que conlleva el oficio de escribir. En este poemario Rufino Félix nos abre su mundo, todavía sin una conciencia metapoética plena. Y es en los libros siguientes cuando desplegará todos los elementos que conforman su cosmos definitivo; es decir, todo aquello que aporta de ejercicio connotativo, y de aprehesión iluminada del universo; el tiempo como...