Corregidora

Yo amo a los hombres. Los amo a todos sin distinción. Pero los que adoro son los hombres que saben cuando ponerte las manos encima. Quiero decir, sin que tú se lo digas. Los que saben reconocer cuando ha llegado el momento de pedirte el teléfono, sin que tu tengas que exhibir tu móvil, los que te invitan a cenar sin pedir que los lleves en coche de casa al restaurante y del restaurante a casa, los que cuando llega el momento justo saben lo que hay hacer. ¿Y en cambio? Allí está la amarga realidad: chicos comprometidos, pero aún en busca del verdadero amor que te fastidian las veladas...

El globo azul sólo tenía 5 días de vida, no tenía nombre ni amigos, ya que no conocía a nadie más que a su dueño, su casa y el parque del centro de la ciudad donde su propietario, el vendedor de globos, lo llevaba a vender todos los días. El globo azul no conocía otros lugares porque nunca había viajado. Pero un día, el globo azul acabó desprendiéndose por casualidad de las manos del vendedor de globos, y voló sin rumbo por el cielo de la ciudad. Después de cierto tiempo volando desordenadamente, se quedó atrapado en una corriente de aire (viento), fue entonces cuando conoció ...

Excerpt from El Niño de la Bola The next twelve years find Alarcón actively engaged in politics. Owing, however, to the instability of his political beliefs, he achieved no position of importance. He was a deputy to the Cortes in 1865, 1869, 1870 and 1871, and in 1876 he was elected Senator. In 1875 he entered the Council of State and was decorated in the same year with the Gran Cruz of the Order of Isabella the Catholic. In 1874 he resumed his literary labors and in 1876 he was elected to the Royal Spanish Academy. In 1874 appeared La Alpujarra and El Sombrero de tres picos, followed by El ...

¡El gorgoneion es una armadura que posee terribles poderes ocultos! En ocasiones el destino nos ofrece la notoriedad: a médicos, a investigadores, a militares, a poetas o simplemente al común de los mortales. Pero los laureles de la gloria a menudo traen consigo un alto precio... ¡El joven pastor Epiménides así lo ha constatado con amargura!