FERNANDO BELASTEGUÍN: ESTA ES MI HISTORIA

Muchas veces me pregunto si merece la pena seguir jugando a pádel, si han valido la pena todos los sacrificios que he tenido que hacer: separarme de mis padres, de mi hermana, de mis abuelos, dejar mi país, Argentina, competir cada dos semanas en un lugar distinto, perderme innumerables momentos (buenos y malos) de mi mujer y mis tres hijos… Hoy no albergo ninguna duda: rotundamente sí. El pádel es mi medio de vida y el de mis hijos. Si me repiten la misma pregunta cuando aviste el final de mi carrera, seguramente la respuesta será un contundente “no”, porque yo le he dado al...