David y el laberinto del sprite

Desde su nacer fué desafortunado aquel sabio infeliz. Casi estoy por decir que antes de nacer lo era ya. Le cupo suerte de gemelo y, si por los consiguientes se juzgan los antecedentes, es muy presumible que en el claustro materno le tocara la habitación peor. Vino á esta existencia el segundo. Todos los gestos y exclamaciones de alegría hechos por los padres al advenimiento del primer hijo, trocáronse en gestos de contrariedad y exclamaciones de disgusto al presentarse el otro. No eran ricos los padres y aquella propina filial les amargó el buen parto. Á más de ello, si el primer...

Vanidia es una joven campesina que, como todas las mañanas, recolecta frutos en el bosque. Un día todo cambiará. Conocerá al príncipe Ricardo y se enamorará de él para siempre. El amor de ambos traerá, no solo un cambio en sus vidas, sino también en el reino donde habitan. Pequeño teatro medieval.

Miranda despega una mañana en busca de un objeto de la infancia. Samanta queda atrapada en un motel de paso durante el fin del mundo. Y Paulette está segura que el retiro espiritual es la respuesta. El deseo de escapar requiere de la privación. Los personajes de esta colección de cuentos se ven privados de muchas cosas que anhelan pero que no pueden alcanzar. No hace falta encerrarlos en una celda para desear su libertad, sólo demasiada rutina, demasiada nostalgia y demasiada duda. «Siento como si durante los últimos años hubiese recogido un montón de cosas en el camino y las fuera...

«Y todo el recorrido que en vida le había tocado hacer, se le representaba ahora como la letra y el ritmo de una canción íntima y enternecedora.»