Stephen F. Olford, nacido el 21 de febrero de 1918 en el Reino Unido, fue un destacado predicador, autor y evangelista conocido por su contribución a la predicación y al ministerio cristiano en el siglo XX. Su vida estuvo marcada por un profundo compromiso con la enseñanza de la Biblia y el deseo de guiar a otros hacia una relación más cercana con Dios.
Desde joven, Olford mostró un interés notable por las cosas de Dios. Durante su adolescencia, se convirtió en un miembro activo de su iglesia local. Su pasión por la predicación se hizo evidente cuando se unió al London Bible College (hoy conocido como London School of Theology), donde comenzó a pulir sus habilidades como orador y líder espiritual. Durante este tiempo, su enfoque se centró en el poder de la palabra de Dios y la importancia de la evangelización.
En 1940, Olford comenzó a trabajar en el campo misionero, primero en África, donde se dedicó a compartir el evangelio y enseñar a otros sobre las Escrituras. Su tiempo en África fue fundamental para desarrollar su teología y su entendimiento de la cultura y las necesidades espirituales de las personas. Tras la Segunda Guerra Mundial, regresó a Gran Bretaña y continuó su ministerio, donde fue conocido por su fuerte oratoria y su habilidad para conectar con diversos públicos.
En 1956, Stephen F. Olford se trasladó a los Estados Unidos, donde se estableció en Memphis, Tennessee. Allí fundó el Olford Ministries International, que proporcionó recursos y formación para predicadores y líderes cristianos. A través de esta organización, Olford ofreció seminarios, conferencias y publicaciones que se convirtieron en valiosas herramientas para la formación de ministros en todo el mundo. Su enfoque en la predicación expositiva, es decir, la interpretación y aplicación de la Biblia de manera clara y precisa, tuvo un impacto duradero en la comunidad cristiana.
Olford era un ferviente defensor de la oración y la dependencia del Espíritu Santo en el ministerio. Creía firmemente que la efectividad de la predicación estaba intrínsecamente ligada a la vida de oración del predicador. Esta creencia formó la base de muchas de sus enseñanzas y escritos, donde enfatizaba la necesidad de estar en comunión continua con Dios.
A lo largo de su vida, Stephen F. Olford escribió numerosos libros que abordan la predicación y la espiritualidad, muchos de los cuales se utilizan en seminarios teológicos y escuelas de ministerio. Entre sus obras más conocidas se encuentran "La Predicación que Convierte" y "La Vida Cristiana Exuberante". Estos libros han sido leídos por pastores y líderes de todo el mundo, y continúan desafiando y alentando a nuevas generaciones de creyentes en su caminar con Cristo.
Su legado no solo se limita a sus escritos y enseñanzas, sino que también se manifiesta en la vida de cientos de pastores y líderes que han sido impactados por su ministerio. Muchos de sus discípulos han llevado su visión de la predicación y la evangelización a diversas partes del mundo, continuando así la obra que él inició.
Stephen F. Olford falleció el 4 de noviembre de 2004, pero su influencia persiste en el ámbito cristiano. Su vida y ministerio son recordados como un testimonio del poder de la palabra de Dios y de la dedicación al servicio en la proclamación del evangelio. A través de sus libros, enseñanzas y el impacto que tuvo en la vida de otros, su legado sigue vivo, inspirando a aquellos que buscan llevar la verdad de las Escrituras a un mundo que desesperadamente necesita esperanza y redención.
En resumen, Stephen F. Olford fue una figura clave en la historia de la predicación contemporánea, cuyas enseñanzas y pasión por el evangelio continúan influyendo y motivando a muchos a seguir su ejemplo. Su vida ejemplifica la importancia de la entrega total a la obra de Dios y el impacto que un solo individuo puede tener en la vida de miles.