La niña de sus ojos

Caballero Halcón se desarrolla en las tierras mayas, poco tiempo después que los olmecas, los toltecas y los teotihuacanos han desaparecido, destruidos por el Akabil, emisario de los Nueve Señores Oscuros que desean el mundo destruyendo la humanidad, intentando pasar por encima de los Caballeros de Kukulkán, Orden fundada por el mismo dios para enseñar en la ciudad-escuela de Chichén Itzá, donde los mismos Caballeros enseñan a alumnos escogidos por ellos mismos para crear nuevos Caballeros. Ahora ha llegado un nuevo aprendiz y ha llegado una nueva ascención del Akabil, un Caballero...

Al final de su vida, el filósofo Arthur Schopenhauer alcanzó ?al menos en parte? el reconocimiento público de su obra que durante tanto tiempo se le había negado. Una joven y prometedora artista, Elisabeth Ney, solicitó permiso para hacerle un busto. Halagado, el gran pesimista accedió a esta petición. Durante varios meses posó para la joven y entre tanto conversó con ella de todo lo imaginable. Entre el viejo pensador célebre por su misoginia y la bella artista se trabó una relación extrañamente dulce. En algunos momentos, Schopenhauer pareció revisar su opinión sobre el...

JUEGOS DEL DESTINO BARBARA DUNLOP Nacido de una relaci�n equivocada, Riley Ellis hab�a decidido dejar de estar a la sombra de su hermanastro, el heredero leg�timo. Dispuesto a que su compa��a tuviera �xito, necesitaba algo que le diera ventaja sobre su hermanastro. Y esa baza era Kalissa Smith. Solo �l sab�a que Kalissa era la hermana gemela de la esposa de su rival. Su uni�n con ella provocar�a un enorme esc�ndalo. Cuando Kalissa se enter� de la verdad, la pasi�n de Riley por ella era verdadera. Pero �podr�a convencerla de que no era solo un pe�n en su plan?

La señorita Bree Mallory no tenía tiempo para aristócratas consentidos. ¡Estaba demasiado ocupada dirigiendo la mejor compañía de transporte de viajeros en funcionamiento! Pero un encuentro accidental con un conde, lo cambió todo. La bella Bree no tardaría en hacerse un hueco en los círculos de la alta sociedad, pero esperaba que nadie descubriera que en una ocasión había tenido que conducir un coche de viajeros desde Londres hasta Newbury y había regresado sin la vigilancia de una carabina con el libertino conde de Penrith...