Agenda secreta - Amor para dos

Liz Fielding es una reconocida autora británica, famosa principalmente por sus novelas de romance contemporáneo. Nació en Gales en un entorno que fomentó su interés por la lectura y la escritura desde una edad temprana. A lo largo de su carrera, Fielding ha logrado captar la atención de los lectores con su estilo fresco y sus personajes entrañables, convirtiéndose en una figura respetada dentro del género.

A lo largo de los años, Fielding ha trabajado para diversas editoriales, siendo quizás Harlequin la más conocida entre ellas. Sus historias, que a menudo presentan giros inesperados y finales felices, exploran temas como el amor, la familia y la superación personal. Este enfoque ha resonado con muchas lectoras, lo que ha contribuido a su popularidad en el ámbito de la literatura romántica.

El primer libro de Liz Fielding se publicó en 1994, y desde entonces ha publicado más de 40 novelas, contando con una base de seguidores leales. Su habilidad para crear personajes realistas y situaciones emotivas ha sido uno de los factores clave en su éxito. Fielding ha sido nominada y ha ganado varios premios en el ámbito literario, incluyendo el prestigioso Premio de Romance de la Asociación de Escritores de Novelas Románticas.

Además de sus novelas, Liz Fielding ha contribuido a antologías y revistas, lo que le ha permitido diversificar su trabajo y llegar a un público más amplio. Su escritura no solo se limita a la ficción romántica; también ha explorado otros géneros y ha trabajado en colaboración con otros autores para crear historias que desafían las normas del género.

Una de las características más notables de la escritura de Fielding es su enfoque en las relaciones humanas y la complejidad de los vínculos emocionales. Sus personajes suelen enfrentarse a obstáculos significativos en su búsqueda del amor, lo que da profundidad a sus historias y las hace más cautivadoras. Este enfoque ha permitido a Liz conectar con sus lectores a un nivel emocional, lo que se refleja en la avalancha de reseñas positivas y testimonios de lectores satisfechos.

Fielding también es muy activa en las redes sociales y en su sitio web, donde comparte anécdotas de su vida diaria, consejos de escritura y actualizaciones sobre sus proyectos en curso. Su conexión con los lectores a través de estos medios ha sido fundamental para mantener su relevancia en un mundo editorial en constante cambio.

En resumen, Liz Fielding es una escritora cuyas contribuciones a la literatura romántica han dejado una huella indeleble. Sus personajes entrañables y sus tramas emotivas continúan cautivando a los lectores alrededor del mundo, y su pasión por contar historias perdura en cada una de sus obras. La dedicación de Fielding al arte de la escritura y su capacidad para conectar con su audiencia son testimonio de su lugar como una de las autoras más queridas del género.

Willow y Mike no podían saber quién de los dos se sentía más aliviado después de dejarse plantados en el altar el uno al otro. Después de pensarlo fríamente, se decidieron por sus carreras profesionales y dejaron la boda a un lado... Pero cuando en su huida Mike se encontró con Willow en una gasolinera de la autopista, se dio cuenta de que se amaban y de que tendrían que solucionar sus problemas en vez de salir corriendo. No sabía cómo, pero Mike tenía que recuperar a su novia, convencerla de que estaban hechos el uno para el otro... y esta vez esperarla en el altar.

Cuando Patrick Dalton regresó del extranjero, se encontró su casa ocupada por dos inesperados e inoportunos inquilinos: una hermosa mujer y un bebé adorable, los cuales despertaron en su memoria recuerdos agridulces. A Jessie la habían obligado a ocuparse de su sobrino durante una temporada y, como consecuencia, había sido desalojada de su exclusivo apartamento. ¡No le quedaba más remedio que dejar que Patrick pensara que era madre soltera para que no la hiciera marcharse! Luego descubrió por qué él se mostraba tan cauteloso respecto al amor y los bebés; y para entonces, ¿cómo...

«Muchas tardes vengo aquí, traspaso la cancela, atravieso el pequeño jardín y entro en el edificio de la residencia donde ahora vive mi madre, esa mujer que ya no recuerda que soy su hija. Suele alegrarse de verme: intuye que soy alguien querido, aunque no sepa con certeza quién. Me ha olvidado a mí, como ha olvidado la mayor parte de su propia vida. Parece ensimismada. Podría pensarse que cualquier comunicación es imposible. Pero en estas tardes en que nos sentamos juntas se ha ido desarrollando entre nosotras una nueva relación, otra forma de comunicarnos. Su sinrazón nos ha...

Singapur, Nueva York, Pekín, Madrid y otros muchos lugares del mundo inspiran estas más de cincuenta historias en las que cada texto es la respuesta a una pregunta visual. El resultado es Dibugrafías, un claro ejemplo de la llamada "escritura en movimiento" —crear allí donde se tercie, desprendiéndose de la trascendencia del "sentarse a escribir "—, así como un escenario ideal para personajes tan enigmáticos como la mujer de los números, el hombre sin cabeza o míster No.

Esta historia, que conmovió mi alma docente como ninguna otra, permanecía oculta en el tercer cajón de mi escritorio desde 2016. Y, aunque no fue escrita para ser compartida ni para cambiar su guarida por la estantería de una librería, los últimos acontecimientos en Canarias, Ceuta y Melilla me han convencido para permitirle que vea la luz. Ojalá coloque un filtro de justicia en nuestras miradas que nos ayude a descubrir en «el Otro» el reflejo de nuestra propia identidad.

Novi Sad, o cualquier ciudad empobrecida por los estragos de la postguerra, constituye el marco a A las que amamos, un turbador relato sobre el mundo de la prostiución que, bajo la mirada sobria y no exenta de ternura de Aleksandar Tisma, desvela sus interioridades y rutinas. Sin pretensiones morales, sin frivolidad, la novela explora la dimensión social del deseo, su oscuro poder, encarnado en la imagen de Beba que, mientras medita cómo reconducirá sus relaciones con un antiguo amante, siente que su cuerpo “es mejor y más fuerte, y merecedor de esos seductores materiales que lo...