Fernando de Rojas (aproximadamente 1470-1541) fue un escritor, dramaturgo y abogado español, conocido principalmente por ser el autor de la célebre obra La Celestina, uno de los hitos más importantes de la literatura española y precursora del teatro moderno. Su obra ha dejado una huella indeleble en la historia literaria, tanto por su estilo como por su temática, que explora las complejidades del amor, la pasión y la moralidad.
Nacido en la localidad de La Puebla de Montalbán, en la provincia de Toledo, Fernando de Rojas provenía de una familia judía que, tras la conversión forzada al cristianismo, se estableció en la península ibérica. Este trasfondo cultural y religioso influiría de manera notable en su obra y en la forma en que abordó los temas de la identidad y el amor.
Rojas se trasladó a la ciudad de Salamanca, donde se graduó en Derecho. La formación académica que recibió le permitió desarrollar un profundo conocimiento de la literatura clásica y de la filosofía, elementos que se reflejarían en su escritura. Aunque se le conoce principalmente por su obra maestra, su producción literaria abarca también otros géneros, aunque ninguno alcanzó la relevancia de La Celestina.
La Celestina, publicada por primera vez en 1499, es una novela dialogada que mezcla la prosa con la poesía. La obra cuenta la historia de Calisto y Melibea, dos jóvenes enamorados, y de Celestina, una alcahueta que busca aprovecharse de su amor para obtener beneficios económicos. La complejidad de los personajes, la profundidad de los sentimientos y el uso del lenguaje son algunas de las características que han llevado a que esta obra sea considerada como una de las grandes contribuciones a la literatura universal.
Uno de los aspectos más destacados de La Celestina es su capacidad para explorar las emociones humanas. Rojas retrata el amor no solo como una fuerza positiva, sino también como algo destructivo y capaz de llevar a la perdición. A través de sus personajes, el autor examina las tensiones entre deseo y moralidad, entre el amor ideal y el amor real, lo que ha permitido que la obra continúe siendo objeto de estudio y análisis en la actualidad.
La estructura de la obra es innovadora para su tiempo, ya que combina elementos de la novela y del teatro, lo que la convierte en una de las primeras obras dramáticas de la literatura española. Su escritura se caracteriza por un estilo rico y poético, con un uso magistral del diálogo que da vida a los personajes y a sus interacciones. A pesar de que La Celestina fue recibida con cierto rechazo en su época, la obra ha logrado sobrevivir a través de los siglos y se considera un clásico fundamental en el canon literario.
Más allá de La Celestina, la vida de Fernando de Rojas está marcada por su actividad como hombre público y su participación en la vida social y cultural de su época. Se desempeñó como abogado en diferentes localidades y mantuvo una vida activa en la defensa de los derechos de sus conciudadanos. Su compromiso con la justicia y su interés por la condición humana se reflejan en su escritura y en las historias que eligió contar.
La obra de Fernando de Rojas ha influido en numerosos escritores posteriores, desde el Siglo de Oro español hasta la literatura contemporánea. Su capacidad para tratar temas universales y su habilidad para desarrollar personajes complejos lo colocan entre los grandes maestros de la literatura. Al fallecer en 1541, dejó un legado literario que ha perdurado a través de los siglos y que continúa resonando en la cultura y el arte hasta hoy.
En conclusión, Fernando de Rojas es una figura central en la historia de la literatura española. Su obra La Celestina no solo marca una transición en la narrativa y el teatro, sino que también proporciona una profunda reflexión sobre la naturaleza humana, el amor y las relaciones interpersonales. Su impacto en la literatura sigue siendo objeto de estudio y su relevancia es innegable en el contexto de la literatura española y universal.