El Reino del Final de Los Sueños

Sinopsis del Libro

El Día del Érase una vez. Volumen 1. "El Reino del Final de los Sueños" - Necesitas un cuento. Así comenzó la anciana este increíble relato. " Erik Chestibor, aprendiz de confección de Medias Naranjas, era igual de normal que cualquier joven normal de Bielbrus, uno de los Cuatro Reinos del Fondo del Valle. Decir esto no es decir mucho pues nada allí se podía definir de semejante manera salvo claro está, para los habitantes de Bielbrus que consideraban todo tan normal como cualquier otra cosa normal. Trabaja en el reino un fabricante de sueños que eran destruidos al amanecer y a nadie le extrañaba. Era lo habitual. Había también un relojero al servicio de "La Autoridad" que dictaba cuándo sí y cuándo no debía transcurrir el tiempo y todo el mundo lo veía lógico. Existía un rey amante del control y una "Gran Prohibición" custodiaba por los "Vigilantes del Sentir" mediante la cual todo sentimiento, especialmente el amor, estaba tan prohibido como lo estaban la convivencia, los sueños no autorizados, los niños, los recuerdos, el cansancio y la amistad entre muchas otras cosas... ...y todo eso y mucho más era "lo normal" en el ocre reino de Bielbrus... O lo fue hasta que aquel sueño con forma de mujer se escapó de su caja y se cruzó en el camino del joven Erik, aprendiz de sastre de medias naranjas, cambiando el destino de los Cuatro Reinos para siempre y desatando la ira del terrible Rey Sintes y el capitán de los Vigilantes del Sentir, Darkian..." Sin saber cómo, sin saber realmente por qué me encontré escuchando la historia de Erik Chestibor, su viejo maestro el señor Goldman y un antiguo escritor llamado William Wylmond en un viaje contra el tiempo por los Cuatro Reinos y contra "La Autoridad" para evitar que el Tren de los Sueños, con el amor de su vida a bordo, llegara a la terrible ciudad de Engerrand dónde todos los sueños y todos los finales felices eran destruidos al amanecer. Ni érase, ni una sola vez...y sin embargo este es el mejor cuento de todos los que jamás han sido contados.