Guay

"En la calle del Puchero estaba llorando un niño. Aquel llanto puso de un humor de perros al vecino de abajo. El vecino de abajo pegó un zapatazo en el suelo y le pisó el rabo a su gato. A partir de este incidente, las rutinas y hábitos cotidianos del vecindario se alteran y, siguiendo el mismo efecto que la caída de fichas en el dominó, los contratiempos se concatenan uno tras otro, propagando un ambiente hostil por el barrio. El gato cae encima del cartero, quien pierde la correspondencia semanal de la portera. Esta, enojada, grita al frutero, que desconcertado, no solo no acierta con ...

Tras la muerte de Eldest, Elder se hace con el mando de la nave. Está decidido a convertirse en un líder distinto que no mienta ni suministre drogas a su gente. Pero la comida empieza a escasear y la semilla de la rebelión prende en la nave. Por si fuera poco, de nuevo hay un asesino suelto...Amy, mientras tanto, sigue un retorcido juego de pistas que le ha dejado Orion antes de ser congelado por sus crímenes, sin darse cuenta de que su meta es un secreto que tal vez prefiera no saber.En su búsqueda de algo que aún no comprenden, Amy y Elder acabarán por descubrir nuevas mentiras y...

Atilio y Anita se dan cuenta de que alimentarse saludablemente puede llegar a ser entretenido, si los platos se preparan de maneras novedosas y sabrosas.

Olivia Barstow había muerto. La había arrollado un coche en la Calle Monroe mientras paseaba en su bicicleta semanas atrás. Era todo lo que Marta sabía. Marta Boyle y Olivia Barstow podían haber sido amigas, pero no lo fueron - y todo lo que queda ahora son extrañas conexiones entre dos chiquillas que estuvieron en la misma clase en la escuela y que guardaban el mismo secreto sin saberlo. Ahora Marta no podía dejar de pensar en Olivia. Un verano familiar en Cabo Cod, debería ayudarla a desterrar esos pensamientos; por el contrario, se filtraban por todas partes.