Historias de cielos rojos en el fin de la humanidad

"La Historia de Adriana y Los Diálogos de Montenegro" no es sólo una novela de dictador sino de un pueblo, de una familia y de una mujer, Adriana Llanos, que se debate entre la admiración a su antiguo amante y el rechazo de las atrocidades cometidas por él. Esta es una novela arriesgada en cuanto a su estructura narrativa que contiene grandes aciertos como el dividir las voces narrativas en dos: Una impersonal y en tercera persona que narra los hechos acaecidos de manera objetiva y distanciada, y otra que refleja los diálogos mantenidos entre Montenegro y Carrero Fierro. La narración es ...

En el pueblo de Z, en la Costa Brava catalana, el extraño homicidio perpetrado en una pista de hielo clandestina, erigida bajo un halo de misterio e ilegalidad, enturbia los calurosos días de un verano como cualquier otro. «Todos éramos adolescentes, y poetas, y nos reíamos. Ahora estamos a miles de kilómetros y la niebla es más espesa que entonces. ¡De la calle Bucareli, en México, al asesinato!, pensarán... El propósito de este relato es intentar persuadirlos de lo contrario...» En el pueblo de Z, en la Costa Brava catalana, el extraño homicidio cometido en una pista de hielo...

Nacido en Siria en el siglo ii, LUCIANO DE SAMÓSATA es uno de los grandes satíricos no solo de la Antigüedad, sino de todos los tiempos. Invirtiendo los patrones clásicos que en las artes, la filosofía y la literatura tomó como ideales la época de la Segunda Sofística, Luciano hizo de la parodia, la fabulación fantástica y la sátira social ingredientes esenciales de su obra, como se advierte en las piezas reunidas en este volumen bajo el título genérico de RELATOS FANTÁSTICOS. Si «Relatos verídicos» e «Icaromenipo» son una parodia disparatada de los relatos de viajes y...

Este Libro, mostrar� lo vers�til que uno puede ser. Un sue�o, un pasaje, cualquier pisca de inspiraci�n atraparla con la pluma "la que no sabe fallar" para que quede impresa en un cuaderno, despu�s darle el uso que uno desee. Al leer esto que de mi imaginaci�n naciera podr�n sentir la presencia de nuestro Dios, ya que fue y celoso es, yo lo s�. No permite que adoremos otras im�genes, incluso adorar otros falsos dioses, lo reprime. En su momento se molestar�a con Mois�s, al encontrar a su pueblo adorando im�genes mientras �l bajaba de orar, precisamente s�bado era,...