Ricardo Lagos Escobar nació el 2 de marzo de 1938 en Santiago, Chile. Es un abogado, economista y político chileno, reconocido por su rol como presidente de Chile entre el año 2000 y 2006, y por su influencia en la política y economía del país. Lagos proviene de una familia de tradición política; su padre fue un destacado demócrata y su madre, una activista social.
Se graduó en Derecho en la Universidad de Chile y posteriormente obtuvo un máster en Economía en la Universidad de Chicago, lo que le permitió forjar una carrera en el ámbito académico y político. A finales de la década de 1950, Lagos se unió al Partido Socialista y se convirtió en un ferviente defensor de los derechos humanos y la justicia social.
Durante el gobierno de Salvador Allende, Lagos ocupó diversos cargos, incluyendo el de ministro de Obras Públicas. Tras el golpe de Estado de 1973 encabezado por Augusto Pinochet, Lagos se exilió en el extranjero, viviendo en Estados Unidos y Europa, donde continuó su labor como activista pro derechos humanos y estudioso de temas económicos.
Regresó a Chile en 1989, después de la caída del régimen militar, y rápidamente se convirtió en una figura clave en la política chilena. En 1990, fue elegido diputado, y más tarde, en 1994, se convirtió en ministro de Educación en el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle. Durante su gestión, impulsó reformas significativas en el sistema educativo chileno.
En el año 2000, Lagos fue elegido presidente de Chile, convirtiéndose en el primer socialista en gobernar el país después del fin de la dictadura. Su mandato se caracterizó por un enfoque en el desarrollo económico, la modernización del Estado y la promoción de políticas sociales. Durante su presidencia, Chile experimentó un crecimiento económico sostenido y se implementaron políticas para reducir la pobreza y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Lagos también es recordado por su liderazgo en la concertación de políticas sobre medio ambiente y por su papel en la creación de la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura, que abordó los abusos cometidos durante la dictadura de Pinochet. Su mandato estuvo marcado por el fortalecimiento de la democracia en Chile, y Lagos se convirtió en un embajador del país en el extranjero, promoviendo la imagen de Chile como un modelo de desarrollo en América Latina.
Tras terminar su mandato, Lagos continuó involucrado en la política y la academia. Ha participado en diversas conferencias y foros internacionales sobre temas de desarrollo sostenible y gobernanza. Además, ha escrito varios libros sobre política, economía y desarrollo, consolidándose como una voz importante en el debate público chileno.
En 2015, Lagos se postuló como candidato a la presidencia de Chile en las elecciones de 2017, buscando nuevamente guiar el país hacia un futuro más equitativo y justo. Su legado como presidente sigue siendo objeto de análisis y debate, pero su impacto en la política chilena es innegable. Es considerado un líder progresista que buscó un balance entre el crecimiento económico y la inclusión social.
En la actualidad, Ricardo Lagos sigue siendo una figura influyente en la política chilena y latinoamericana, participando en diálogos sobre la democracia, el desarrollo y los desafíos que enfrenta la región. Su vida y carrera son testigos de una época de cambios significativos en Chile y un compromiso constante con la justicia y los derechos humanos.