¿Optimista, yo?

Dice el Dalái Lama que “sólo existen dos días en el año en los que no se puede hacer nada. Uno se llama ayer y otro mañana, y que por lo tanto HOY es el día ideal para amar, crecer, hacer y principalmente vivir...” Y tiene toda la razón del mundo, sólo HOY podemos cambiar las cosas, hacer que nuestra vida tome el rumbo que se merece y empecemos a disfrutar al máximo de todos los placeres que podamos. No podemos cambiar el pasado. No podemos actuar todavía en el futuro. Pero lo que sí que podemos hacer es construir AHORA todo lo bueno que el futuro nos pueda brindar. El libro...

Hay una carretera oculta que conduce a la riqueza y la libertad financiera, un atajo que puede recorrerse a una velocidad deslumbrante. Jubilarte cuatro décadas antes de lo habitual y llevar una vida que la mayoría no puede permitirse, es posible. Sin embargo, nos han inculcado el dogma de "hazte rico poco a poco", un plan asfixiante con una ligera posibilidad de obtener riquezas en nuestra vejez: "Ve a la universidad, saca buenas notas, gradúate, consigue un buen trabajo, ahorra, invierte, contrata un plan de pensiones... Entonces, algún día, cuando tengas sesenta y cinco años, serás...

Nadie está condenado a enfermar. Nadie está predestinado a engordar. Nadie está obligado a vivir deprimido. Pero algo no funciona. Cuanto más nos esforzamos, a menos cosas llegamos y, por poco que comamos, siempre volvemos al mismo peso. En la rueda de hámster, los días se repiten idénticos, y querer, disfrutar y crear termina por hacerse cansado. Al final, nos resignamos e intentamos ser lo más felices posible con lo que tenemos, pero ningún placer pasajero puede acallar la incómoda sensación de que vivir de verdad tendría que ser otra cosa. Y lo es. Porque la ansiedad, el...

Toda persona lleva en el gesto, en la mirada, la marca de lo que es. Si partimos de esta base, cabe preguntar: ¿qué es la escritura? Es, ante todo, un signo que usted traza, usted, amable lector, y no otra persona. Lleva el sello de lo que usted es, y varía, evidentemente, de una persona a otra. Es sabido que a muchas personas —cada vez menos numerosas, es cierto— les inspira desconfianza esta ciencia que es la grafología. No creen que pueda juzgarse el carácter de una persona por unos pocos renglones o una firma. Sin embargo, nos expresamos de dos maneras esenciales: con la palabra...